Abril 4, 2020

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Foto: Pixabay

Vivir del arte: 5 consejos a tener en cuenta

¿Cómo puedo vivir del arte? Esta es una pregunta ambigua e inquietante que hasta hace un tiempo se respondía diciendo: o heredas un gran patrimonio, o tienes algún mecenas millonario o haces un arte comercial que te pare la olla. 

Por eso me provoca replantearla de esta manera: ¿Cómo vivir del arte sin hacer concesiones ni degradar tu trabajo?

Y es que no tienes que traicionarte ni prostituir lo que haces, pues las posibilidades que tenemos para vivir del arte hoy son mayores que nunca antes en la historia.

Pero empecemos por clarificar, ¿qué es vivir del arte?

Hay muchas maneras de interpretar esta pregunta, pues la diversidad del arte y de las actividades y servicios conectados con él es enorme y todo se ha complejizado aun más con la revolución digital. 

Llevo ya un buen tiempo investigando y experimentando esto y te comparto acá algunas claves que te muestran cómo vivir del arte y dejar de ser un mártir cultural. 


1. Ten claro desde dónde te relacionas con el arte

Pregúntate qué lugar tiene el arte en tu vida y como interactúas con él.  ¿Eres artista?, ¿eres proveedor/a de servicios para artistas?  Es decir, en qué área o áreas del ecosistema del arte te mueves. 

Puede que seas artista a tiempo completo, profesor/a, o estés en la consultoría creativa, la investigación, la gestión de las artes, etc., o en todas al mismo tiempo. 

Como sea que fuere, tenlo claro, desde donde te plantas. Por que de ahí lo que sigue es que construyas una identidad personal creativa, una trayectoria y hasta una marca.  Considera este como tu primer elemento para poder vivir del arte.


2. Diversifica tu actividad

No creas que vas a estar pintando, bailando o actuando todo el tiempo. Hay muchas otras esferas en las que tu arte se desarrolla. 

Para vivir del arte necesitas diversificar tu riesgo y tu aprendizaje.De esta manera vas a poder responder mejor a los movimientos del mercado laboral y del arte, tener nuevos referentes e ideas y producir mejor.

Esta diversificación puede tomar diferentes formas. Puedes enseñar y dar clases sobre aquello que ya haces, de forma privada o colectiva. Puedes también entregar tus productos y servicios en nuevos formatos digitales.

¿Has pensado acaso en ofrecer lo que haces a mercados que no te habías atrevido a explorar? ¿Se te ha ocurrido diseñar un proyecto con enfoque comunitario y buscar aliados públicos y privados para financiarlo? Hay muchas maneras de diversificar lo que vienes haciendo. 


3. Practica la “escucha equilibrada” de tu público

Tal vez estés pensando que tú creas desde tus emociones y que por lo tanto te importa un cuerno lo que piensen de ti.

El problema es que si ni siquiera te das el trabajo de mirar al otro que te ve o te escucha, tu único público serán tu mamá y tu perro.  

Practicar lo que llamo una “escucha equilibrada” es fundamental para vivir del arte. No significa que te prostituyas para complacer a un público, sino que te esfuerces por conocerlo, por construir una empatía y una conexión especial, que se puede dar en los términos que tú quieras. 

4. Sal de la cueva y date a conocer

No te encierres en el taller o en la sala de ensayos. Es importante que te muestres y que cultives buenas relaciones. Puede que esto te moleste porque tal vez eres introvertido/a y eso de tener que socializar te estresa. 

Mira, no tienes que caer bien a todo el mundo, pero si crear tu comunidad con gente que comparta tus valores, tus intereses, tus obsesiones y manías, o que pueda devolverte inspiración e ideas estimulantes y retadoras sobre el mundo y tu propio trabajo. 

Es así también como aparecen oportunidades y encuentros mágicos. La gente no va a llegar a ti porque seas genial. Si no saben que estás ahí, no es culpa suya.

Aquí es donde también se vuelven importantes cosas prácticas como tener una página web, un perfil de LinkedIn o Facebook bien elaborados y un portafolio de tu trabajo.


5. No regatees tu propio trabajo

Oye, ¿qué es eso de no cobrar por tu arte o cobrar poco? Basta de ser un mártir cultural, esa es una pose que no te hace bien a ti ni a la comunidad artística. 

Si lo haces, estarás promoviendo la mala costumbre de no reconocer el trabajo del artista y lo que es peor, luego tu también reproducirás ese mismo mecanismo con otras personas que trabajan para ti. 

Si quieres vivir del arte, empieza por poner un precio justo a tus servicios y productos y pagar también lo justo a la gente. Hazlo ya. 

A veces, por temor a perder clientes o a ser percibidos como materialistas, somos injustos con nosotros mismos y permitimos el maltrato a nuestro equipo. Es momento de que aprendas a defender tu trabajo con plena seguridad y consciencia de su valor.   


Por último recuerda que para vivir del arte…

Es importante que te capacites para que aprendas a manejar los aspectos de negocio de tu carrera artística y sepas calcular adecuadamente tus costos, determinar tus precios, negociar contratos y presupuestos de proyectos. 

Estos conocimientos te permitirán gestionar mejor tu carrera y tener la libertad financiera que necesitas para no comprometer la calidad de tu arte a cosas que nada tienen que ver con lo que quieres hacer y realmente te mueve. 

Y si quieres saber cómo puedes financiar tu proyecto cultural, te invito a que leas este otro artículo.  


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Sobre la autora de este post 

Viviana Quea

Ayudo a gente creativa e inquieta a diseñar y financiar sus proyectos culturales con herramientas de gestión estratégica, marketing digital y comunicaciones. Trabajo principalmente con las artes escénicas, música, fotografía, cine, artes plásticas, proyectos editoriales, proyectos de curaduría, salas independientes e iniciativas de arte para la transformación social.

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